MENSAJEROS DE PAZ, AMOR Y CARIÑO

En este mes en el que el AMOR está presente en la sociedad con más fuerza, quiero hablar no sólo del amor a la pareja, sino del amor al prójimo.
Y por este mismo motivo el Padre Ángel García Rodríguez, desde su ordenación como sacerdote en 1961, lleva trabajando para proporcionar un hogar a los niños y jóvenes privados de un ambiente familiar o en situación de abandono, a través de la Asociación Mensajeros de la Paz, facilitándoles el medio más parecido al de una familia, en el que desarrollan su vida y en el que los niños pudieran encontrar el calor y el cariño necesarios en su formación, garantizando su presencia en la sociedad sin discriminación y sin marginación.
Así nacieron los primeros Hogares de Mensajeros de la Paz, donde los hermanos pudieran seguir permaneciendo juntos, en los que se criaban conjuntamente chicos y chicas. Todos los hogares que Mensajeros de la Paz han creado participan de los mismos principios basados en el humanismo cristiano y su funcionamiento está basado en el respeto al menor y sus circunstancias y la importancia del afecto y el clima de cercanía entre el menor y los educadores o voluntarios.
Algunos de los proyectos que el Padre Ángel sigue desarrollando con el mismo amor, cariño e ilusión que al principio son: Hogares funcionales; Hogares Terapéuticos para niños con VIH+/SIDA, o graves enfermedades y/o discapacidades; Hogares para Niños Discapacitados Psíquicos; Casas de Primera Acogida…

El Padre Ángel al ver que las personas mayores también necesitaban de su ayuda decidió que desde la Asociación Mensajeros de la Paz se fundara la Asociación Edad Dorada. A través de esta asociación se atienden numerosas residencias de mayores y Centros de Día en España y algunos países extranjeros, realizando numerosos proyectos destinados a favorecer sus condiciones de vida y su integración, luchando especialmente por aliviar la soledad que afecta a los ancianos en el mundo y al olvido social e institucional del que muchas veces son objeto.

Pero esto no se queda ahí, con el paso de los años, Mensajeros de la Paz, han ido ampliando sus actividades a otros sectores sociales desprotegidos: las mujeres víctimas de violencia doméstica, los discapacitados físicos y psíquicos…
Cada día intentan llegar más y mejor a los que los necesitan, y de una manera especial a esos niños que sufren la ausencia de unos padres, y a esos ancianos que sufren el vacío de no tener familia, que necesitan más que nadie esas grandes dosis de entrega, de amor y de comprensión, por que sabemos que la peor miseria que uno puede sufrir es la de sentirse no querido, el no tener a nadie a quien querer o quien le quiera a uno.
Esta encomiable labor ha sido reconocida a lo largo de más de 40 años con numerosos premios, no sólo merecidos por el trabajo de la Asociación Mensajeros de la Paz, sino también por la figura de su presidente, el Padre Ángel García.
Algunos de ellos son: el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia; La Gran Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social; o el Premio "Fundación Cándido" al Compromiso y Labor Social.
Pero el premio más importante que tanto el Padre Ángel, como la Asociación Mensajeros de la Paz reciben es saber que han ayudado y ayudan a tantas personas necesitadas.
Llevemos este mensaje de Paz, amor y cariño a todos los rincones del mundo.